lunes, 13 de febrero de 2017

Calidad superficial en los dibujos técnicos.

Introducción.

Dado que en la fabricación es imposible realizar las piezas con exactitud perfecta en forma y cotas, debido a los propios errores de medida y de los instrumentos de fabricación, tampoco es posible obtener un acabado superficial perfecto. Las superficies presentan imperfecciones más o menos grandes. Esas imperfecciones se pueden conseguir que se encuentren dentro de límites más o menos amplios. El diseñador de la pieza es al que le corresponde decidir que superficies son aptas para el funcionamiento del conjunto. Por ello, en los planos de despieces, y en general, deben indicarse las clases de superficies que posee, y la calidad superficial por medio de la rugosidad. Esta información viene expresada según las indicaciones de la norma UNE-EN ISO 1302:2002.

La rugosidad o aspereza es la huella que se produce en la superficie de una pieza como consecuencia de su proceso de fabricación. Está íntimamente ligada al proceso de fabricación, de forma que se empleará uno u otro proceso de elaboración en función de la calidad superficial que se requiera.

Clases de superficies.
  • Superficies en bruto: son superficies obtenidas después de procesos de manipulación como laminación, fundición, corte por autógena, sin que posteriormente reciban tratamiento.
  • Superficies mecanizadas: 
    • Mecanizadas por arranque de viruta: por medio de herramientas de corte que quitan material arrancando viruta, como por torneado, fresado, cepillado, limado, etc.
    • Mecanizadas especiales: son las superficies que después de ser mecanizadas por arranque de viruta, reciben una mejora de la calidad, mediante procesos como esmerilado, rasqueteado, pulido.
  • Superficies tratadas: son superficies en bruto o mecanizadas que necesitan posteriormente una apariencia externa mediante procesos de recubrimiento, como niquelado o pintado, o propiedades especiales, como dureza, resistencia al desgaste o resistencia a altas temperaturas, recurriendo a tratamientos térmicos como el temple o carbonitruración.
Símbolos utilizados en los planos.

El símbolo básico es representado por dos trazos desiguales inclinados 60º respecto de la superficie donde se apoya. 

Cuando se requiera una misma calidad superficial para todas las superficies del contorno externo de una pieza, debe añadirse un círculo al símbolo gráfico (que se incluye en el trazo horizontal) tal y como muestra la figura.
Indicación de la rugosidad superficial.

Las posiciones de los requisitos de calidad se deben reflejar en un símbolo gráfico tal y como se muestra en la figura.

a.- Designación del parámetro de calidad superficial, valor límite numérico y banda de transmisión/longitud de muestreo.
b.- segundo y siguientes requisitos de calidad superficial.
c.- método de fabricación.
d.- surcos superficiales y orientación.
e.- tolerancias de mecanizado en milímetros.

Indicaciones de otras características del estado de la superficie.

Cuando se exige un determinado proceso de fabricación para la obtención de la superficie, o un recubrimiento o tratamiento especial, debe indicarse sobre el trazo horizontal situado a continuación del trazo más largo del símbolo básico.
Para indicar indicar la dirección de los surcos producidos por las herramientas, se utilizarán algunos de los símbolos reflejados en la siguiente tabla.
Cuando sea necesario indicar el valor de la tolerancia de fabricación, es decir, la dimensión que se debe dotar a la pieza en bruto para que al mecanizarla quede en la medida correcta, se situará a la izquierda del símbolo correspondiente. El valor se expresa en milímetros.
Indicaciones en los dibujos.

Los símbolos y las inscripciones deben indicarse sobre el dibujo de forma que se lean desde la derecha o la base. Para ello, si es necesario, se puede unir el símbolo a la superficie por medio de una línea de referencia sobre la visión transversal de la superficie o sobre la prolongación de la arista.

Si es difícil la aplicación de esta regla, y el símbolo no lleva indicaciones especiales del estado superficial o tolerancia de mecanizado, puede dibujarse desde cualquier orientación y la indicación se debe leer desde la base o desde la derecha.

El símbolo deberá figurar sólo una vez por cada superficie y, si es posible, en la vista donde ésta lleve su cota. Se puede especificar tanto superficies cilíndricas como prismáticas sólo una vez si se indica mediante una línea central, y cada superficie prismática tiene el mismo requisito de calidad superficial.

Sin embargo, debe indicarse por separado cada superficie prismática si se requieren distintas calidades superficiales sobre cada una de ellas.
Si sobre todas las superficies de una pieza existe el mismo estado superficial, se puede indicar con una nota cerca del dibujo.

Si para la mayoría de las superficies se emplea el mismo estado superficial, y algunas de ellas emplean otro, se indica: con el símbolo básico entre paréntesis, o con uno o varios símbolos entre paréntesis del estado o estados superficiales particulares. Las superficies que no deban ser mecanizadas según el símbolo de mecanizado general, llevarán sus propios símbolos de mecanizado.

Para evitar repetir varias veces especificaciones complejas, o si hay espacio limitado, se pueden hacer indicaciones simplificadas, cerca del dibujo se expresan las equivalencias como se indica en la figura.
Si es necesario definir la calidad superficial tanto antes como después de un tratamiento, esto debe explicarse en una nota según se muestra en la figura.