miércoles, 25 de mayo de 2016

Establecimiento de la política de mantenimiento según el tipo de industria.

Introducción.

Para establecer una política de mantenimiento es necesario conocer previamente el tipo de industria que se tiene que mantener. La política de mantenimiento dependerá del tipo de industria, de la complejidad del proceso productivo, los objetivos establecidos, etc.

Tipo de industria según el flujo del proceso productivo.

En la industria, tanto de fabricación como de servicio, se puede clasificar según el flujo de proceso productivo, o secuencia de operaciones, necesarias para la obtención del producto final. En la fabricación el flujo del producto es el mismo que el flujo del material, ya que los materiales se transforman en productos semielaborados. En la industria de servicios, no existe flujo físico del producto, pero sí una secuencia de operaciones que se realizan para suministrar el servicio. Esta secuencia de operaciones de servicio se consideran como el "flujo del producto" en las industrias del servicio. Se pueden considerar que existen tres tipos diferentes de flujo de procesos productivos: 
  • Flujo lineal. 
  • Flujo intermitente. 
  • Proyecto.
Se analizan a continuación las características de cada uno de estos flujos de procesos con el fin de establecer en los apartados siguientes el establecimiento de las políticas de mantenimiento adecuadas.

Flujo lineal.   

Se caracteriza por una secuencia de operaciones lineales que se utilizan para fabricar el producto o proporcionar el servicio. El ejemplo típico es una cadena de montaje en una industria de automoción, o una línea envasadora en una industria alimentaria. En las operaciones con flujo lineal el producto está estandarizado y fluye de una estación de trabajo hasta la siguiente con una secuencia predeterminada. Las tareas individuales se acoplan íntimamente en el proceso y se debe equilibrar para que ninguna tarea retrase a la siguiente. En la figura se muestra un patrón típico de flujo lineal. Puede haber flujos laterales que afecten a la línea, pero deben ser integradas adecuadamente para lograr un flujo uniforme.
Flujo lineal.
Las operaciones de flujo lineal se pueden clasificar según el tipo de producción: masiva y continua. La producción masiva es la que se utiliza en las líneas de ensamble (industria automotriz). La producción continua es la utilizada en la industria de transformación como la industria química, de papel, cervecera, siderúrgica,  de electricidad, etc. Aunque ambos tipos de operaciones se caracterizan por tener flujos lineales, los procesos continuos tienden a estar más automatizados y producen productos más homogéneos.

Las operaciones en líneas tradicionales se caracterizan por ser extremadamente eficientes, pero también muy inflexibles. La eficiencia se debe a la sustitución de la mano de obra por equipos o máquinas más especializadas. La mano de obra existente se encarga de tareas muy básicas y rutinarias. El alto nivel de eficiencia exige que se mantenga un volumen grande para poder recuperar el costo del equipo especializado. Esto, a su vez exige una línea de productos estandarizados y una organización secuencial de las líneas de trabajo. De esta manera resulta difícil y costoso modificar el producto o el volumen en las operaciones con flujo lineal, por lo que estas operaciones resultan relativamente inflexibles.

En los últimos años la introducción de las nuevas tecnologías está haciendo posible que las líneas de ensamblaje sean más flexibles. Esto se logra mediante el uso del control computarizado y de la reducción de los tiempos necesarios para el cambio del centro de trabajo. Se hace posible la producción de varios tipos diferentes de productos (con distintos tamaños y formas), dentro de una familia de productos determinada.

Las operaciones de flujo lineal solo se pueden justificar en un número limitado de situaciones. Los requisitos generales son un alto volumen y un producto estandarizado. También deben considerarse otros factores como el riesgo de obsolescencia del producto, la posible insatisfacción del producto, el riesgo de cambiar la tecnología del proceso, etc.

Flujo intermitente.

Se caracteriza por la producción de lotes a intervalos intermitente. En este tipo de procesos, tanto el equipo de trabajo como la mano de obra se organizan en centros de trabajo independientes capaces de realizar un proceso concreto, donde existen máquinas y equipos concretos que permiten realizar tal proceso. Un producto o tarea, fluirá solo a aquellos centros de trabajo que le sean necesarios y no utilizarán los demás. Esto da como resultado un patrón de flujo irregular, como el que se muestra en la figura.
Flujo intermitente.
La industria con flujo intermitente esta dividida en distintas secciones o centros de trabajo que utilizan máquinas y equipos de propósito general para la realización de cada proceso. La mano de obra necesita estar más cualificada para adaptarse a procesos técnicos más satisfactorios. Como ejemplo de industria productora con flujo intermitente están la industria textil, factorías de astilleros, fabrica de muebles, etc.; un hospital y un restaurante son ejemplos de industria de servicio con flujo intermitente.

Las operaciones intermitentes son extremadamente flexibles para cambiar el producto o el volumen, pero también bastante ineficientes. El patrón de flujo desordenado y la variable de productos ocasionan problemas graves de planificación, en el control de inventarios y en la calidad, entre otros aspectos.

Las operaciones intermitentes se utilizan cuando al producto le falta estandarización o cuando el volumen es bajo. En este caso, la operación intermitente resulta la más económica y tiene el menor riesgo. Esta forma de operaciones son comunes en los ciclos tempranos de vida de todos los productos, en los productos que se adaptan a las necesidades del cliente por naturaleza y en los productos cuyo volumen de mercado es bajo.

Proyecto.

Se utilizan para producir productos únicos, tales como un edificio, una instalación eléctrica, una instalación de aire acondicionado, o una aplicación software. Cada unidad de estos productos se elabora como un solo articulo. No existe un flujo del producto para un proyecto, pero sí una secuencia de operaciones. En este caso todas las operaciones individuales o tareas se deben colocar en una secuencia tal que contribuya a los objetivos definitivos del proyecto, y de manera que se adapte a las características especificas de cada proyecto. La figura muestra un ejemplo de secuencia de tareas de un proyecto, que indica la procedencia necesaria entre las distintas tareas para terminar el proyecto.
Flujo de proyectos.
Un problema asociado en la organización de proyectos es la coordinación, el encaminamiento y control de las tareas individuales que permiten la consecución del proyecto completo.

Los proyectos se caracterizan por tener un alto coste, son difíciles de planificar y controlar en el ámbito administrativo. Esto se debe a que con frecuencia un proyecto en sus etapas iniciales es difícil y podrían ser sometido a un alto grado de cambio e innovación.

Política de mantenimiento según el tipo de industria.

La organización y planificación del mantenimiento en una industria implica la aplicación de una política de mantenimiento que dependerá de la complejidad de la planta. La política de mantenimiento establecerá, según la dirección empresarial, los objetivos técnicos y económicos relativos al parque de equipos y sistemas a mantener. Además deberá ser compatible con la estrategia empresarial. La dirección facilitará los medios para la ejecución de dicho mantenimiento. Los objetivos a tener en cuenta por la dirección de la empresa puede ser:

  • Disminuir los costes directo e indirectos de mantenimiento por parada de producción. 
  • Exigir una producción de alta calidad. 
  • Respetar los plazos de entrega para mejorar la satisfacción del cliente.
  • Reducir la existencia de material de stock o recambio.
  • Aumentar la productividad del personal de mantenimiento.
  • Aumentar la seguridad del personal y exigir el cumplimiento de los reglamentos de seguridad tanto internos como externos o de obligado cumplimiento.
  • Uniformar la carga de trabajo del servicio de mantenimiento disminuyendo la posibilidad de avería fortuita.
  • Establecer una política de mejora continua del servicio de mantenimiento y de los procesos productivos en general.
  • Etc....
Junto con estos objetivos, se necesita determinar la cantidad y el tipo de recursos necesarios, tanto humanos como técnicos y el nivel de mantenimiento correctivo y preventivo a aplicar. La implantación de estas políticas dependerán de la características especificas de cada planta industrial y de su proceso, de la fiabilidad y disponibilidad necesarias, y del coste económico de la solución o soluciones adoptadas. El establecimiento y puesta en marcha de una política de mantenimiento concreta estará condicionada por los siguiente factores:

a).- Flujo del proceso de producción.
  • Flujo lineal: Las paradas en las industrias con flujo lineal se caracterizan por ser muy costosas, debido a que una avería para a toda la línea de producción. Para evitar esta situación se debe de disponer de un mantenimiento predictivo muy exhaustivo y un mantenimiento correctivo extremadamente eficiente para limitar y eliminar, en la medida de lo posible, los tiempos de parada.
  • Flujo intermitente: En las industrias con flujo intermitente existirán estaciones de trabajo de importancia critica en el desarrollo del proceso, es aquí donde se debe aplicar un mayor grado de mantenimiento preventivo. En los restantes centros de trabajo, donde las paradas no supongan tanto inconveniente, se recurrirá principalmente al mantenimiento correctivo.
  • Proyectos: Dadas las características singulares de las industrias dedicadas a la realización de proyectos se necesita personal muy especializado para la realización del mantenimiento. Es útil recurrir a los contratos de mantenimiento con el contratista, así como a la subcontratación.
b).- Grado de automatización del proceso.
  • Industria sin mecanización: En estos casos los medios de trabajo son útiles, maquinaria pequeña y herramientas, por lo que el mantenimiento ha de ser exclusivamente correctivo. No es posible hacer una planificación pues el caso no lo requiere. Un ejemplo es el de una granja agrícola, empresas de jardinería, empresas de limpieza, etc.
  • Industria de procesos mecanizados: Este tipo de industria emplean máquinas con diferentes grados de automatización, pero la carga, descarga, embalaje o empaquetado del producto es manual. En estos casos es aplicable un mantenimiento preventivo en tareas de engrase, limpieza, inspección visual y otras operaciones de bajo nivel técnico. Se complementarán con un mantenimiento correctivo eficiente y adecuado.
  • Industria de procesos automatizados: En este caso la carga, descarga, embalaje, envasado, empaquetado del producto está automatizada. Independientemente del grado de automatización es imprescindible recurrir a un mantenimiento preventivo exigente y exhaustivo. El mantenimiento correctivo debe ser de gran eficiencia y de tiempos de parada muy cortos. Debe existir una vigilancia permanente de los costes de mantenimiento.
c).- Continuidad del periodo de trabajo.
  • Industria con funcionamiento discontinuo: Corresponde a las industrias que paralizan su producción durante las vacaciones estivales, o bien a aquellas donde la producción se realiza en jornadas a uno o dos turnos. En estos casos, se tiene la posibilidad de aprovechar los periodos de inactividad en producción para realizar el mantenimiento, tanto correctivo programado como preventivo.
  • Industria con funcionamiento continuo: Este tipo de industria con funcionamiento a 24 horas, no se pueden permitir paradas por avería, por lo que exigen un mantenimiento preventivo en la mayor parte de sus instalaciones para permitir la continuidad de funcionamiento. Un ejemplo de este tipo de industria puede ser centrales de producción de energía eléctrica (sobre todo centrales nucleares), petroquímicas, fabricas de botellas o de vidrio, industria siderúrgica, etc.
d).- Seguridad de funcionamiento.
  • Seguridad especial: En determinados casos es imprescindible realizar un mantenimiento preventivo exhaustivo conforme a los reglamentos de seguridad vigentes para garantizar una disponibilidad total. Esta situación la encontramos en centrales nucleares, petroquímicas, líneas de transporte aéreo, etc. El objetivo es evitar la catástrofe que podría ocasionar una avería sobre elementos claves.

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